Cuantas vidas, cuantos mares, cuantos pecados, cuantas virtudes. Imperfección, perfección. Terrenal y espiritual, racional y emocional, masculino y femenino. Cultura, religión, historia. Hércules, Aquiles…
Todo ello, un número; todo ello, una fragancia
Loewe presenta su nueva fragancia masculina, inspirada en un hombre, que es al mismo tiempo un dios, que se encuentra en equilibrio entre lo humano y lo divino. Un héroe clásico.
7 es el nombre que recibe y da título a esta creación, dando como resultado, la interpretación de la filosofía de la que se impregna este perfume.
La filosofía está basada en el número 7, un número que representa al mismo tiempo la contradicción y lo opuesto, imperfecto al no poder ser divisible, pero perfecto a la misma vez, al formarse por la suma de un número par e impar.
El número 7 es la unidad de medida que explica el mundo: 7 días de la semana, 7 maravillas del mundo, 7 colores del arcoíris, 7 pecados y virtudes, 7 mares,…
EL HOMBRE 7
Se define a través de dos conceptos opuestos. Descubrimos por una parte a un hombre actual, que sabe adaptarse a las exigencias del día a día y del paso del tiempo, pero que por otro lado, no deja de ser fiel a sus raíces. Está representado, por una de las figuras españolas más tradicionales: el torero. En él, se entrelazan la masculinidad y los rasgos varoniles, con unos gestos más delicados, en los que se percibe una gran feminidad.
Un mundo masculino, lleno de rituales femeninos. Un hombre tradicional y moderno a la vez.
El hombre 7, el hombre torero, se caracteriza por su pasión, su masculinidad, y se siente orgulloso de lo que es y de lo que hace. Aun representando la mayor valentía y fortaleza, alberga una inmensa humanidad en la que se resalta la espiritualidad, al mismo tiempo que se percibe una gran sensibilidad interior. Siempre debatiéndose entre dos extremos, formando cada tarde la mejor pareja de baile, la de la vida y la muerte.
7 es una apuesta arriesgada que se aleja de las construcciones olfativas tradicionales. Un complejo y delicado proceso de elaboración exclusivo en el mundo de la alta perfumería, ha permitido crear una esencia especial e inigualable, compuesta por siete únicos ingredientes.
Cada uno de ellos, se encarga de representar los valores que se identifican en la fragancia. Valores, que describen la maestría y la elegancia de un hombre, que sigue fiel a sus raíces pero que no deja de reinventar su día a día, inconformista pero paciente, clásico pero rebelde, prudente pero valiente.
La pasión se representa a través de un acorde floral compuesto por Rosa, Muguet y Nerolí de Marruecos. La valentía al igual que la fuerza, se perciben en la esencia de Baya de pimienta. Tanto el valor humano como el divino, se plasman en el Absoluto de incienso, mientras que la espiritualidad, al mismo tiempo que la soledad, se encuentran en el Cedro del Atlas de Marruecos. Se percibe ese juego entre la vida y la muerte a través de la esencia de
Una vez más, pero en esta ocasión a través del frasco, se vuelven a plasmar los valores de
El estuche que envuelve esta magnífica creación, se presenta de forma sencilla y limpia, trasmitiendo lujo y calidad. Destacan la riqueza de sus materiales: cinco capas de decoración, compuestas de base blanca, azul, negro y rojo. Impresión del logo en color plata en la parte inferior de la cara del estuche, e impresión del anagrama de la firma también en color plata, sobre la parte superior del cierre.
Un saludo chicos
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