miércoles, 27 de enero de 2010

LA BELLEZA Y LAS DIETAS

La Dra. Bartolomé, responsable de la Unidad de Endrocrinología del

Centro Imema comenta la retirada de la sibutramina del mercado

farmacéutico y las claves del verdadero éxito en los programas de

pérdida de peso.

EL APOYO MÉDICO, IMPRESCINDIBLE EN LAS DIETAS DE ADELGAZAMIENTO:

“NO HAY NADA MILAGROSO EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD A LARGO PLAZO Y MUCHAS PERSONAS SE INTENTAN APROVECHAR DE LA DESESPERACIÓN DE LOS PACIENTES

La suspensión cautelar de comercialización en España de la sibutramina, disponible en España con el nombre comercial Reductil, comunicada por la Agencia Española del Medicamento el pasado 21 de enero de 2010 ha desatado de nuevo un intenso debate en torno al uso de medicamentos para combatir la obesidad.

La Dra. Laura Bartolomé, responsable de la Unidad de Endocrinología del Centro Imema, explica su postura al respecto de esta retirada, el uso coadyuvante de medicamentos y la realidad de las dietas.

El problema no es que no sea un buen fármaco, sino que se ha prescrito en casos en los que no estaba indicado: sólo en estos casos el beneficio ha demostrado ser menor que el riesgo.

En la obesidad hay muy pocas herramientas que nos ayuden a los profesionales a conseguir buenos resultados”, explica. “Para incrementar el beneficio obtenido con la dieta y el ejercicio – que no siempre son suficientes – sólo disponíamos de 2 fármacos:

-Sibutramina: Que ha demostrado, en diferentes estudios, aumentar la sensación de saciedad y el gasto energético basal

-Orlistat: Que actúa disminuyendo la absorción de las grasas (conocido comercialmente como Xenical)

Ambos tienen una eficacia discreta y similar frente a placebo, que varía entre el 5-10% del peso inicial, pero es lo único de lo que disponíamos hasta este momento.

La Sibutramina tiene como principal efecto adverso,el aumento de la tensión arterial en de 1 a 3 mmHg de media. Por eso estabacontraindicado en casos de antecedentes de cardiopatía isquémica e hipertensión arterial mal controlada, así que únicamente era utilizada por los especialistas en sujetos sanos, que ya estaban siguiendo un programa de dieta y ejercicio, pero con escasos resultados, y sobre todo cuando existía un claro componente de falta de saciedad.

Cuando el tratamiento era pautado por un especialista cualificado, se seguía un control periódico de la tensión arterial (se citaban cada 2 semanas para su control), decidiendo retirar el fármaco si en dos visitas la TA era superior a 140/90.

El Orlistat en cambio, únicamente lo podemos utilizar en el caso contrario, cuando el paciente controla la cantidad de comida que ingiere. Si no es así, la diarrea, su principal efecto adverso, empeora notablemente la calidad de vida. Cada uno de estos fármacos cubría unas necesidades y se prescribía según el perfil de los pacientes.

El tratamiento con sibutramina, asociado al cuidado estándar, reduciría la morbilidad y mortalidad cardiovascular en sujetos de alto riesgo en mayor grado que el cuidado estándar solo… y esto obviamente no se ha demostrado. Pero hay que dejar claro que no se cuestionaba su eficacia en la pérdida de peso, ya que este punto ya había sido demostrado en otros estudios.

Yo creo que es un buen momento para reivindicar que el tratamiento de la obesidad debe realizarse única y exclusivamente por profesionales cualificados, ya que ningún fármaco está exento de efectos adversos ni se puede pautar sin que el paciente cumpla las indicaciones establecidas y sin un seguimiento estrecho en nuestras consultas.

Actualmente creo que el mayor problema que existe para los pacientes con obesidad, es que no hay nada milagroso para poder tratarla a largo plazo y que el único misterio es aprender a comer y ser constante en el seguimiento de unos hábitos de vida saludables. Sin embargo, esto requiere gran fuerza de voluntad y esfuerzo, y muchas personas no cualificadas se han intentado aprovechar la desesperación de los pacientes y han intentado sacar dinero a costa de su salud.

El verdadero problema actual es que se trata la obesidad con dietas que tienen efectos perjudiciales para la salud y con fórmulas magistrales o productos de herbolario que no han demostrado su eficacia y de los que en muchos casos se desconoce su composición, conteniendo muchas veces derivados de las anfetaminas,diuréticos,laxantes, hormonas tiroideas, etc.

Un saludo bellezas.

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